jueves, 4 de junio de 2015

Mons. Hesayne: “La corrupción hay que combatirla, no sólo denunciarla”




 Comparto expresiones del P.O. Miguel Esteban Hesayne manifestadas en estos últimos días :

"Vivimos una sociedad desconforme de si misma. Al menos en una mayoría medianamente pensante. Es “vox populi”…, existe una corrupción generalizada y a nivel mundial.

Qué tenemos que hacer….? Esta fue la pregunta que se hacían los primeros cristianos que iban surgiendo en una sociedad cuya corrupción llegó a legalizar la esclavitud y la deshonestidad… Absolutamente peor que la corrupción que se pueda padecer en un mundo post-cristiano como es la que padecemos actualmente en la Argentina actual.

Sin pesimismo…, con realismo se ha de reconocer que vastos sectores de nuestra sociedad argentina se han sumido en un grado alarmante de corrupción. Con el mismo realismo se ha de afirmar, en Argentina corrupta hay como “bolsones” de gente honesta…, de corazones solidarios y de una Iglesia que, si bien no se liberó de la corrupción ambiente, conserva y surgen numerosos fieles dispuestos a aceptar el desafío que le dejó Jesús de ser luz y levadura de una convivencia fraterna, en armonía de derechos y obligaciones. Una Iglesia que por fidelidad al Evangelio arriesga combatir la corrupción. A la Iglesia, –Comunidad Cristiana– la ha formado y la sigue formando Jesús resucitado con el claro objetivo de servir a la humanidad. Su servicio consiste básicamente en sembrar en las estructuras –que se van dando las sociedades según épocas– corazones buenos, honestos, solidarios, participativos y constructores de unidad social en auténtica fraternidad.

Ante la corrupción no nos quedemos indiferentes o en simples denuncias. Los que tenemos Fe cristiana escuchemos la Palabra de Dios que impulsa a combatirla. La Humanidad sometida a la decadencia espera liberarse gracias a quienes llevados por el Espíritu de Dios son capaces de enriquecerla con valores plenamente humanos que restablezcan relaciones dignas del ser humano. Es el proceso de la liberación de la deshumanización. Proceso que instaura Jesús con quienes escuchan su Evangelio y lo ponen en práctica en lo cotidiano de la existencia humana. Va a llevar mucho tiempo volver a comprender a Jesús y su Evangelio. Muchos más sembrarlo en los corazones de una ciudadanía corrupta o indiferente ante la corrupción.

Hay que desandar siglos, aún al interior de la Iglesia. “Ciertos maestros” de espiritualidad cristiana han conducido a las comunidades cristianas a encerrarse en actos de piedad un tanto al margen del Evangelio. Han alterado el mandato de Jesús de transformar el mundo en un mundo fraternalmente habitable. Precisamente Jesús es el Dios que se hace hombre para que la humanidad sepa y sea capaz de vivir en el gozo de familia de Dios. Por eso, sigue actual la voz de orden de S. Juan XXIII de “Volver a las Fuentes” y escuchamos en nuestros días la voz de orden de nuestro Francisco con su genial expresión “Iglesia en salida”.

¿Qué significa para los católicos “volver a las Fuentes”? Significa encarar la historia de humanidad con la misma Fe en Jesús y su Evangelio como la encararon en su época, los cristianos de los orígenes de la Iglesia. Urge conocer el Evangelio de Jesús y transparentarlo en relaciones humanas: familiares, laborales, recreativas, sociales, económicas, políticas. Tal cual les pedía S. Pablo a los cristianos en su época corrupta. Recomiendo leer Carta a los Romanos cap. 12,1-4, para ponerse a combatir la corrupción argentina"

Mons. Miguel Esteban Hesayne, obispo emérito de Viedma
mehm@fibertel.com.ar


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