El sábado 12 se compartió una linda experiencia de encuentro recreativo abierto a las familias del barrio. La idea es encontrarnos a compartir para crecer en hermandad y vecinalidad. Niños , jovenes y adultos.
El juego se ofrece como ese "lugar común" para compartir sanamente el tiempo disfrutando del tiempo compartido de forma personal, redescubrirnos y comunicarnos desde la distension que ofrece el juego , tejer projimidad, dar pasitos que abonan las experiencias de familiaridad y hermandad.
El día andaba empacado . Tormentoso. Pero al mal tiempo buena cara. Y con lluvia y sin lluvia se compartió igualmente bien. En las fotos se nota que los más grandes disfrutaron a la altura de los más pequeños. Fue un día en donde todos nos sentíamos a la misma altura. Agradecemos a Ana María y Ricardo que compartieron fotos para bloguearlas.
"La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. El Evangelio nos ayuda a descubrir que un cuidado enfermizo de la propia vida atenta contra la calidad humana y cristiana de esa misma vida. Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo: “Quien cuide egoistamente su vida terrena, la perderá” (Jn 12, 25). Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida
que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión". (Documento de Aparecida , 360)
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