La jornada, además de ser una hermosa
experiencia de encuentro y trabajo grupal entre algunos vecinos y personas que animan diariamente
el espacio educativo, fue una de las formas más lindas de combatir la baja
temperatura. Al ratito de comprometernos con la tarea el frío pasó a un segundo
plano.
Una persona ha dicho que no está en
nuestras manos las soluciones para todos los problemas del mundo pero que
frente a los problemas del mundo están nuestras manos …
Con buen espíritu varias manos
solidarias estuvieron comprometidas durante la tarde con la pala , el pincel,
la carretilla , el rastrillo , la escoba , la levantada manual de residuos, la asada, el arroz con leche , el rearmado de
juegos de mesa que habían extraviado sus fichas o piezas, la llevada al basurero
de escombros, el armado del espacio para colgar la red de volley …
De a poquito el lugar fue adquiriendo
un aspecto mucho más habitable y cálido. Los contenedores de residuos secos y húmedos quedaron
desbordados del material que embolsamos y depositamos en su interior.
Lo
bueno es descubrir y vivenciar la fuerza transformadora de las experiencias solidarias,
aunque sean pequeñas. E ir dando más pasitos en esto de vivenciarnos todos
corresponsables de la animación y mantenimiento del espacio donde compartimos
experiencias que nos ayudan a crecer.
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