El papa a los jóvenes
argentinos
Más
de 30.000 compatriotas esperaban al papa en la Catedral de Río
Río
de Janeiro, 25 de julio de 2013
(Zenit.org)
Publicamos a continuación las palabras
del papa de una transcripción del discurso improvisado, facilitado por Radio
Vaticana.
Gracias,
gracias por estar hoy aquí, por haber venido. Gracias a los que están adentro,
y muchas gracias a los que están afuera, a los treinta mil, me dicen que hay
afuera, desde acá los saludos! Están bajo la lluvia. Gracias por el gesto de
acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud.
Yo
le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que organiza el viaje, si
hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes, y al medio día tenía
arreglado todo. Así es que también le quiero agradecer públicamente al Doctor
Gasbarri, esto que ha logrado hoy.
Quisiera
decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud ? ¡Espero lío!
¿Que acá dentro va a haber lío? ¡Va a haber! ¿Que acá en Río va a haber lío?
¡Va a haber! ¡Pero quiero lío en las diócesis! ¡Quiero que se salga afuera!
¡Quiero que la Iglesia
salga a la calle! ¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de
lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de
lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios,
las instituciones, ¡son para salir! Si no salen, se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una
ONG.
Que
me perdonen los obispos y los curas, si alguno después les arma lío a ustedes,
pero es el consejo… gracias por lo que puedan hacer. Miren, yo pienso que en
este momento, esta civilización mundial se pasó de rosca, ¡se pasó de rosca!
Porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando
una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las
promesas de los pueblos. Y por supuesto, porque uno podría pensar, que podría
haber una especie de eutanasia escondida. Es decir, no se cuida a los ancianos,
pero también está esta eutanasia cultural: ¡no se los deja hablar, no se los
deja actuar! Y la exclusión de los jóvenes: El porcentaje que hay de jóvenes
sin trabajo, sin empleo, ¡es muy alto! Y es una generación que no tiene la
experiencia de la dignidad ganada por el trabajo. O sea, ¡Esta civilización nos
ha llevado a excluir las dos puntas que son el futuro nuestro!
Entonces,
los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer. Los jóvenes tienen que
salir a luchar por los valores, ¡A luchar por los valores! ¡Y los viejos abran
la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de
los pueblos! En el Pueblo Argentino, yo se los pido de corazón a los ancianos,
no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro pueblo que transmite la
justicia, que transmite la historia, que transmite los valores, que transmite
la memoria de Pueblo. Y ustedes, por favor, ¡no se metan contra los viejos!
¡Déjenlos hablar, escúchenlos, y lléven adelante! Pero sepan, sepan que en este
momento, ustedes, los jóvenes y los ancianos, están condenados al mismo destino:
exclusión! ¡No se dejen excluir! ¿Está claro? Por eso creo que tienen que
trabajar.
Y
la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio, es un escándalo. Que Dios
haya venido a hacerse uno de nosotros, ¡es un escándalo! Y que haya muerto en
la cruz, es un escándalo, el escándalo de la Cruz. La Cruz sigue
siendo escándalo, pero ¡es el único camino seguro, el de la Cruz , el de Jesús, la
encarnación de Jesús!
Por
favor, ¡no licuen la fe en Jesucristo! Hay licuado de naranja, licuado de
manzana, licuado de banana, pero por favor, ¡no tomen licuado de fe! ¡La fe es
entera, no se licua! Es la fe en Jesús. Es la fe en el Hijo de Dios hecho
hombre, que me amó y murió por mí.
Entonces,
¡Hágan lío! ¡Cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes!
No se dejen excluir, y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licuen la
fe en Jesucristo.
¡Las
Bienaventuranzas! ¿Qué tenemos que hacer, padre? Mirá, leé las Bienaventuranzas
que te van a venir bien, y si querés saber qué cosa práctica tenés que hacer,
leé Mateo 25, que es el protocolo con el cual nos va juzgar, con esas dos cosas
tienen el programa de acción: Las Bienaventuranzas y Mateo 25, no necesitan
leer otra cosa. ¡Se los pido de corazón!
Bueno,
les agradezco ya esta cercanía, me da pena que estén enjaulados, pero les digo
una cosa. Yo por momentos siento, ¡qué feo estar enjaulado! ¡Se los confieso de
corazón! Pero bueno… los comprendo! …Me hubiera gustado estar más cerca de
ustedes, pero comprendo que por razón de orden, no se puede.
¡Gracias
por acercarse, gracias por rezar por mí, se los pido de corazón, lo necesito!
¡Necesito de la oración de ustedes, necesito mucho! ¡Gracias por eso!
Y
bueno, les voy a dar la bendición y después vamos a bendecir la imagen de la Virgen que va a recorrer
toda la República
y la Cruz de San
Francisco, que van a recorrer misionariamente.
Pero
no se olviden, ¡Hágan lío! ¡Cuiden los dos extremos de la vida, los dos
extremos de la historia de los pueblos, que son los ancianos y los jóvenes! ¡Y
no licuen la fe!
Y ahora vamos a rezar para bendecir la Imagen de la Virgen y darles después la
bendición a ustedes.
Nos ponemos de pie para la bendición,
pero antes le quiero agradecer lo que dijo Monseñor Arancedo, que de puro mal
educado no se lo agradecí, así es que gracias por tus palabras…
En el Nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Dios te salve María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de
nuestra muerte, Amén.
Señor tu dejaste en
medio de nosotros a tu Madre para que nos acompañara.
Que ella nos cuide,
nos proteja en nuestro camino, en nuestro corazón, en nuestra fe.
Que ella nos haga
discípulos, como lo fue ella, y misioneros, como también lo fue ella.
Que nos enseñe a
salir a la calle, que nos enseñe a salir de nosotros mismos.
Bendecimos esta
Imagen Señor, que va a recorrer el País.
Que ella, con su
mansedumbre, con su paz, nos indique el camino.
Señor, vos sos un
escándalo, el escándalo de la
Cruz ,
una Cruz que es
humildad, mansedumbre, una Cruz que nos habla de la cercanía de Dios.
Bendecimos también
esta Imagen de la Cruz
que recorrerá el País.
¡Muchas gracias y nos
vemos en estos días!
¡Que Dios los bendiga
y recen por mí, no se olviden!
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(25 de julio de 2013)
© Innovative Media Inc.
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