Hoy, lunes 4 de marzo, compartimos la primera reunión del clero del año y celebramos el cumpleaños del P.O. Esteban. Un grato momento de reencuentro para orar juntos la realidad que se vive, reflexionar, escucharnos, proyectar y programar a grandes trazos los momentos que marcaran la vida de fe de esta tierra de misión.
¡¡¡ Muy Feliz cumpleaños P.O. Esteban
!!!!
Comparto un extracto de una reflexión que forma parte de un
escrito que leímos , charlamos y debatimos en grupos:
“Quien quiere influir
en el presente, tiene que amar el mundo en que vive. No debe mirar el pasado
con nostalgia y resignación sino que ha de adoptar una actitud positiva ante el
momento histórico concreto: debería estar a la altura de los nuevos
acontecimientos, que marcan sus alegrías y preocupaciones, y todo su estilo de
vida. Dice Bonhoffer : “En toda la historia del mundo hay una única hora
importante que es el presente. Quien huye del presente , huye de la hora de Dios”.
Es importante
experimentar que la fe cristiana es muy humana y humanizante; la fe crea un
clima en el que todos se sienten a gusto, amablemente interpelados a dar lo
mejor de sí. Es preciso comunicarse con los otros- sin ocultar las propias
dificultades- dado que ninguna experiencia de vida es en vano.
Cuando hablamos de la
fe , es importante ir a lo esencial: el gran amor de Dios hacia nosotros, la
vida apasionante de Cristo, la actuación misteriosa del Espíritu Santo en
nuestra mente y en nuestro corazón. Debemos convertir aquellos caminos que
reducen la fe a la moral.
Es bueno recordar lo
que el Beato Juan Pablo II , en ese entonces el joven Wojtyla , propuso en una
de las sesiones plenarias del Concilio. Su reflexión ante uno de los más
importantes documentos que se pensaban publicar fue : “ En el texto presentado
la Iglesia enseña al mundo. Se coloca, por así decirlo, por encima del mundo
convencida de su posesión de la verdad y exige del mundo que la obedezca. Pero
esta actitud puede expresar una arrogancia sublime. La Iglesia no ha de
instruir al mundo desde la posición de la autoridad, sino que ha de buscar la
verdad y las soluciones auténticas de los problemas difíciles de la vida humana
junto al mundo”. (Juan Pablo II: La historia de un hombre, Barcelona 1986). El
modo de exponer la fe no debe convertirse en un obstáculo para los otros.
Existe un rechazo a los “grandes relatos” y a
los “portadores de la suma verdad” porque tenemos claro que nadie puede saberlo
todo. Se habla de una pastoral “desde abajo” no “desde arriba”, no de aquella
que con actitud catedrática quiere instruir a los "pobres ignorantes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario