Algunas expresiones extractadas de la homilía del cardenal Ortega durante la misa crismal en La Habana :
El Papa Francisco señaló durante su intervención en
las congregaciones generales, cuando todavía era el cardenal Jorge Mario
Bergoglio, que "la Iglesia debe salir de sí misma e ir a las
periferias" no solo geográficas sino también las existenciales,
manifestadas en el misterio del pecado, el dolor, la injusticia y la
ignorancia, según reveló el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega,
durante la homilía en la Misa Crismal del pasado sábado, primera que celebraba
en Cuba tras varias semanas en Roma para despedir a Benedicto XVI y participar
en el cónclave que eligió al Papa Francisco.
"Permítanme que les haga conocer como primicia
casi absoluta el pensamiento del Santo Padre Francisco sobre esta misión de la
Iglesia", comenzó diciendo el cardenal Ortega al referirse al momento de
"novedad" que vive la Iglesia, al tiempo que añadía que lo hacía
público con la autorización del propio Francisco. "El cardenal Bergoglio
hizo una intervención que me pareció magistral, esclarecedora, comprometedora y
cierta", apuntó, según informa la revista de la Arquidiócesis de La
Habana.
Así, indicó que en el punto dos de la intervención
de Bergoglio, este hace una crítica a la Iglesia "autorreferencial",
que se mira a sí misma en una especie de "narcisismo teológico" que
la aparta del mundo y "pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja
salir".
Como consecuencia de esto, según indica el punto
tres del texto del cardenal Bergoglio, se dan dos imágenes de Iglesia, la de
"la Iglesia evangelizadora que sale de sí" y la de "la Iglesia
mundana que vive en sí, de sí, para sí". Y es esta consideración dual, a
su juicio, la que debe "dar luz a los posibles cambios y reformas que haya
que hacer" en la Iglesia.
En su último punto, el todavía arzobispo de Buenos
Aires confesaba a los cardenales lo que esperaba de quien resultara elegido
para dirigir la Iglesia sin saber que sería él mismo: "Un hombre que,
desde la contemplación de Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las
periferias existenciales".
Así, el arzobispo de La Habana fue punto por punto
leyendo el texto del Papa Francisco que él mismo le escribió después de que el
cardenal Jaime Ortega le preguntara si lo tenía escrito. En ese momento le dijo
que no, pero a la mañana siguiente, "con delicadeza extrema" le
entregó el texto de la intervención escrita "de su puño y letra tal y como
él la recordaba".
En la celebración de la Misa Crismal en la catedral
de La Habana, estuvieron presentes el nuncio apostólico en Cuba, monseñor Bruno
Musaró, los obispos auxiliares habaneros Alfredo Petit y Juan de Dios
Hernández, y el clero habanero que renovó sus promesas sacerdotales.
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