Viedma, 17 diciembre
2020
“Dice el Señor: conozco muy bien sus
sufrimientos"
(Éxodo 3,7)
Reciba nuestro saludo y deseo de bien
Como Pastoral de la Iglesia Católica de
las tres diócesis de Río Negro nos dirigimos a Ud. para manifestarle algunas
situaciones que nos parecen que urgen ser atendidas en bien de los hermanos
presos.
1- La presencia del
Covid 19 en este año nos llevó a muchas restricciones en todos los
ámbitos de la vida. El virus hoy sigue estando en circulación y sigue exigiendo
a todos, a nivel público y privado, buscar evitar sus consecuencias. Si bien al
inicio de la Pandemia se optó como manera de cuidar la salud el máximo
aislamiento, con el correr de los meses se dimensionó que ese aislamiento
también traía consecuencias muy perjudiciales para el ser humano. Con el correr
de los días entonces se flexibilizó el aislamiento en son de la salud integral
de la persona. Bien, en las cárceles este paso aún es sumamente restrictivo.
Los hermanos presos con el protocolo actual tienen muy limitado o impedido este
derecho de la visita de su familia. Urge, a nuestro parecer, con los protocolos
necesarios, que se garanticen visitas “normales” y “humanas” de los familiares,
más aún en este tiempo tan sentido como es la Navidad y el Año nuevo.
2- En el mismo
espíritu del punto anterior también vemos que urge retomar las salidas
transitorias, las salidas laborales, y todas las libertades que por ley
corresponden.
Que en esta Navidad, la presencia de ese
Niño, Dios con nosotros, renueve nuestra opción de poner lo mejor de nosotros
por el bien posible para los demás. El Papa Francisco en una de sus
cartas nos dice: “se trata de reconocer al otro y de valorarlo como otro”, de
allí nuestro pedido que socializaremos a partir del domingo.
Pastoral Carcelaria
Diócesis de Alto Valle,
de S. Carlos de Bariloche
y Viedma
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