El día viernes 25 de marzo (Viernes Santo) la Vicaría de la Fraternidad del obispado de Viedma elaboro una reflexión a partir de expresiones del presidente de la Suprema Corte de Justicia durante la apertura del año judicial y realidades de familias y comunidades en la provincia de Rio Negro y la región gravemente dolidas por situaciones de violencia , muerte , desapariciones e impunidad.
Cristian Bonin
"Una justicia largamente
esperada ..."
En su discurso de apertura del año judicial, el presidente de la Corte
Suprema de Justicia pidió una política de Estado contra la impunidad, a la que
señaló como una de las principales deudas sociales. La impunidad es un problema muy serio porque
afecta la credibilidad de las instituciones.De ahí la urgencia de una política
de Estado sobre este tema.
Es importante que el tema la impunidad se ponga sobre la mesa, y que sea
la propia justicia la que reconozca las fallas de un sistema que está generando
toda una desintegración social como consecuencia del descreimiento generalizado
en las instituciones. Que no se queden estas declaraciones en palabras o en
buenas intenciones, sino que se articulen los medios para hacer de la justicia
un instrumento al servicio de la paz social.
Son
muchos los hechos que lamentablemente acontecen en nuestra sociedad aquí en Río
Negro,que "claman justicia" y
exigen un esclarecimiento que nunca llega. Esto lleva a que muchos
ciudadanos nos hagamos una serie de preguntas:
-
¿no hay voluntad de encontrar al responsable de esos hechos? ¿o hay
incompetencia de quienes deben hacerlo? ¿o más bien hay interés en
"encubrir" a los responsables?
-
¿dónde están las pruebas que podrían esclarecer esos hechos? ¿se están
escondiendo? ¿o por negligencia u otros intereses se han perdido?
-
¿los procesos judiciales con "sus tiempos": están en función de
buscar la verdad o desalentar a quienes la buscan? ¿ayudan a
afianzar una convivencia social pacífica o exacerban y generan indignación
y más violencia?
-
¿"la justicia" hoy ayuda a toda la comunidad a afirmarse en el bien y
rechazar el mal, o más bien propicia un ambiente de desconfianza, de
"justicia a manos propias", de que cada uno se arregle como pueda?
Estas
preguntas y muchas otras están presentes y nacen de tantos hechos que no
encuentran justicia. A modo de ejemplo cabe hacer memoria de: la muerte de
Atahualpa Martínez (junio 2008), la desaparición de Daniel Solano (noviembre
2011), la muerte de Karen Álvarez (octubre 2014), la muerte de Osvaldo Gómez
(septiembre 2015). Y en otro orden - pero que también reclama
justicia - el pedido de larga data de la Comunidad de "las Aguadas"
del reconocimiento y devolución de las tierras de sus antepasados.
El
AÑO DE LA MISERICORDIA que como pueblo de Dios estamos invitados a vivir
("ser misericordiosos como el Padre") de ninguna manera nos exime
recorrer los caminos de la justica retributiva que inflige una pena al
culpable, no buscando "condenarlo" sino moviéndole a que reconozca su
error, y acompañándole a que no cometa más esa conducta que destruye tantas
vidas y altera la convivencia pacífica que todos anhelamos.
Con
el anhelo de una siempre mayor convivencia social invitamos a todos a sumarnos
en un camino de justicia que invite siempre más a “vencer el mal haciendo el
bien”.
Vicaría
de la Fraternidad
Obispado de Viedma
25
DE Marzo 2016