Imagenes: Gentileza Celia Almirón
El miércoles 23 de
diciembre compartimos misa de Nochebuena en el Servicio Penitenciario de Choele
Choel. Un muy buen clima de encuentro, oración y reflexión acompañados por el
P.O. Esteban.
Replicamos el signo
del “Árbol de la Vida” (nuestro arbolito de navidad parroquial) que empezamos a
darle forma el 8 de diciembre. Desde ese día el árbol fue recogiendo manos,
fueron aflorando frutos.
En Navidad
recordamos que la Vida de Dios nace, se encarna en la historia, se hace
presente y acompaña en primera persona, vida que es dada a luz entre los
postergados, los no valorados. Vida que es maravillosa y a la vez frágil.
Las manos de José y
María amasaron vivencias de crecimiento en el niño Dios. Sin sus manos, el niño
moría. Manos de niño que cuando se hace joven están al servicio de bendecir ,
alentar , sanar , sembrar, pastorear, sostener,
orientar , contener , trabajar, advertir , indicar , abrazar , partir el pan
para compartir …
En el signo de unir
nuestras manos a ese árbol dejamos impreso el deseo real de que nuestras manos
sean manos para la Vida y en ese entrelazamiento de distintas manos asumimos
que la solidaridad grupal, la organización comunitaria, el crecer con
otros multiplica la capacidad de bendecir,
sanar, liberar, contener, abrazar, generar condiciones para crecer, crear o recrear oportunidades de plenificacion y dignificacion humana.
Después de la misa , Abel Soria compartió un
poco el camino que se viene realizando desde la Pastoral Carcelaria en relación
al Taller de Herrería y Soldadura artesanal en el ámbito carcelario. Se entregaron algunos certificados
para valorar la participación de aquellos que comprometieron continuidad en
esta experiencia de aprendizaje de oficio.
Bendiciones y a seguir andando
El Árbol se fué enriqueciendo con la sumatoria de manos que añoran alentar crecimientos desde la red de manos |
El P.O. Esteban sumó su mano al árbol de la Vida |
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