Hoy 2 de noviembre compartimos en el cementerio local una misa. Nos reunimos alrededor de la mesa del altar para vivir desde la fe el acontecimiento de la muerte , las partidas, los duelos. Dios nos decía en su Palabra:
“¿Por qué buscan entre los muertos al
que está vivo?” (Lc. 24,5)
“Vi la ciudad Santa, la nueva
Jerusalén que bajaba del cielo embellecida como una novia preparada para
recibir a su esposo. Y oí una voz que decía: “Esta es la morada de Dios entre
los hombres. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni
queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó” (Ap. 21)
Oramos por todos aquellos que han fallecido. Los recordamos desde el
agradecimiento por todas las semillas de vida que han sembrado junto a quienes
transitaron tiempo e historia.
Oramos especialmente
por aquellos que han muerto prematuramente. Cuando la muerte acontece en
tiempos que no son ni de la vida ni de Dios, sino producto de la inmadurez
humana, esas muertes sacuden hasta los tuétanos. Tantas historias que reflejan
la repetición de la muerte de Abel a causa de la soberbia descontrolada de
Caín. Renovemos el llamado que Jesús nos hace "amensé los unos a los otros como yo los amé".
Oramos para vivir todas
estas “partidas de hermanos” junto a Dios. Junto al resucitado. Transitar el duelo con la esperanza certera de un futuro reencuentro.
Les compartimos algunas expresiones de Rene Trossero donde nos ayuda
a reflexionar:
Amigo :
Tu propia
muerte te asusta, y la muerte de tus seres queridos te duele. No voy a escribir
una sola palabra para superar tu miedo o suprimir tu dolor; porque no tengo esa
palabra mágica. Tú verás cómo enfrentar tu propia muerte. Yo solo quisiera
compartir contigo algunas cosas simples , para que tu dolor sea más llevadero,
ante la muerte de los tuyos. Eso es todo.
Que te duelas sanamente, sí , que te duelas sanamente a causa de tus muertos, que te deprimas un
tanto y un tiempo, pero no que no puedas vivir, que te dejes morir porque murió
tu madre, tu padre o tu hermano, tu esposo o tu esposa, tu hijo o tu amigo …
Yo quisiera ayudarte,
si me es posible y si tú quieres, a que sufras sanamente, PARA SEGUIR VIVIENDO;
porque he visto a muchos MORIRSE CON SUS MUERTOS
Tus muertos ya murieron
y en tu mente ya lo sabes. Pero tu corazón necesita tiempo para saber y aceptar
que ya partieron. Por eso tu dolor resurge como nuevo, ante esa mesa familiar
donde un lugar quedó vacío, en esa Navidad donde alguien falta, en ese
nacimiento sin abuelo, en ese año nuevo que se brinda y alguien ya no levanta
la copa …
Así
es el corazón humano: siempre vive de a poco lo que la razón sabe de golpe.
¡Para
la mente los muertos mueren una vez; para el corazón mueren muchas veces…!
Tus muertos se
van por una puerta, que tú no puedes trasponer ahora, porque se cerró tras
ellos.
¡No los esperes
ahí …! Despídelos, para que puedas correr y espéralos llegar por otra puerta al
final del duelo.
Si buscas un camino
para reencontrarte con tus muertos, no lo busques, anclado en tu pasado;
búscalo , más bien, esperanzado, andando tu camino, hacia el futuro.
Tú
y yo solo vemos una cara de la muerte, la del otro lado se nos escapa. Si desde
el seno de tu madre hubieras visto nacer un hermano, creo que lo hubieras
llorado como muerto, hasta nacer tú y reencontrarlo.
¿Qué
sentirías si miraras la muerte como otro nacimiento…?
Rene Trossero
Muchas gracias a Humberto por la gentileza de las fotos
No hay comentarios:
Publicar un comentario