El 20, 21 y 22 de septiembre en la casa de encuentro Emaús
ubicada en la localidad de Caleta Olivia compartimos el segundo encuentro patagónico
de pastoral sobre drogadependencia. Agradecemos mucho a la comunidad de Caleta
Olivia y al Padre Obispo Miguel Angel D’Annibale que nos recibió y acompañaron
activamente durante todo el encuentro.
De la diócesis de Viedma participamos Cecilia, Noemí y
Antonio de Viedma y Sergio y yo de Valle Medio.
Fue muy positivo todo el encuentro. Tanto en el lindo clima
humano como en los contenidos compartidos, intercambios desarrollados y
apuntalamiento de la esperanza respecto a los desafíos sobre esta problemática.
Junto al equipo de la pastoral nacional
animó el encuentro el padre José “Pepe”
Di Paola que tiene una nutrida experiencia en acompañar cuerpo a cuerpo la vida
crucificada por las consecuencias de un flagelo que se circunscribe a un
contexto complejo de injusticias, ausencias, desamores y sinsentidos.
Las temáticas que se trabajaron fundamentalmente pasaron por
las raíces espirituales de quienes se implican en esta tarea; se reflexionó
sobre el documento “no criminalicemos al adicto”; análisis y debate de la ley N° 26586 y nos centramos mucho en la experiencia que
el Padre Pepe nos compartió sobre los Centros Barriales : la espiritualidad del
centro ; el modelo del centro barrial; otras estrategias complementarias y necesarias
al centro como casas amigables , cooperativa de acompañantes etc.
Hubo mucho dialogo en ronda grande a partir de inquietudes,
vivencias y planteos de los presentes, fue muy rico ese ida y vuelta.
Se decía “esta no es la pastoral del éxito” para significar
que acompañar ese proceso que transforma un camino de cruz en un camino de luz
implica tolerar muchas experiencias de frustración, de paciencia, de rehacer
continuamente la esperanza.
Compartimos, además de algunas fotos del encuentro,
algunas páginas interesantísimas para encontrar contenidos, enlaces, contactos,
vivencias que pueden ser de mucho
provecho pastoral:
Una
expresión simple pero eje de vida es “nos va resultando cada vez más evidente
que la persona que sufre y es acogida revela a quienes la acogen con amor nuevas profundidades de su humanidad. Les revelan
que poseen un corazón, y que ese corazón solo encuentra felicidad en el amor”
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