COMPARTIENDO DESDE LA PARROQUIA...
A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS Y DE LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS
“Mi alma glorifica al
Señor,y mi espíritu se alegra
en Dios mi Salvador” Lucas 1,47
¡¡¡ Feliz día para todas las Madres!!!!
El 15 de agosto de 2010, Miriam recibió de su hija Betina un mensajito de texto que decía: “Después del
trabajo paso por casa a tomar unos mates mamá. Besos”. Miriam se preparó para
esa mateada con particular expectativa, su hija habitualmente no avisaba por
mensajito que la iba a visitar, simplemente iba. Esa tarde y durante esa
mateada Betina le compartió a su madre que estaba embarazada de 2 meses, que
sería mamá, que estaba contenta y a la vez temerosa. Miriam no logró armar en
palabras ninguna expresión, sonrió y extendió los brazos ofreciendo un dulce y
sentido abrazo que se prolongó un largo rato.
Esa noche, después de cenar, Miriam decidió sentarse y escribirle a
Betina una carta, una carta de madre a hija, una carta de madre a madre. Les
comparto el contenido de esa carta:
“Ser madre es ser más
allá de una misma. Ser madre es ser casa, guarida, colchón, almohada, mantita
que abriga, red que sostiene, agua que calma. Ser madre es ser garantía,
ciencia, prueba y error y todo junto. Ser madre es sentirse a cargo de los
bienes más preciados de la vida.
Ser mamá es quedar partida para siempre, es vivir enamorada, es despertarse con pluses de sentido. Ser madre es tan simple y tan complejo como la vida misma. Ser madre es convivir con pasiones desatadas, puras, masivas, intensas, poderosas. Ser madre es vivir al ritmo del corazón, volcán en erupción permanente. Ser madre es mucho, es enorme, es intenso, fascinante, desgastante, demandante, exquisito, irrenunciable, alucinante, milagroso y hermoso. Dar a luz no se limita al momento del alumbramiento. La vida te invitará innumerables veces a alumbrar a tu hijo una y otra vez. La vida te invitará a que le ofrezcas a tu hijo esa luz que le permita a él, parirse a si mismo innumerables veces. Estoy siempre cerquita tuyo, amada hija y querida mamá. Te amo.”
Ser mamá es quedar partida para siempre, es vivir enamorada, es despertarse con pluses de sentido. Ser madre es tan simple y tan complejo como la vida misma. Ser madre es convivir con pasiones desatadas, puras, masivas, intensas, poderosas. Ser madre es vivir al ritmo del corazón, volcán en erupción permanente. Ser madre es mucho, es enorme, es intenso, fascinante, desgastante, demandante, exquisito, irrenunciable, alucinante, milagroso y hermoso. Dar a luz no se limita al momento del alumbramiento. La vida te invitará innumerables veces a alumbrar a tu hijo una y otra vez. La vida te invitará a que le ofrezcas a tu hijo esa luz que le permita a él, parirse a si mismo innumerables veces. Estoy siempre cerquita tuyo, amada hija y querida mamá. Te amo.”
Como comunidad parroquial les transmitimos un enorme cariño, bendición
y agradecimiento a todas las madres y a todas las personas que amadrinan con
buen espíritu la vida. Ponemos en oración a aquellas parejas que deseando la
maternidad no pueden concebir. Ponemos en oración a aquellas familias que
generosamente se ofrecen y esperan amar desde la adopción a un niño. Ponemos en
oración a aquellas mamás y papás que viven tiempos complejos en la relación con
sus hijos. Ponemos en especial oración a aquellas mamás que viven en soledad
muchas responsabilidades. Ponemos en oración a aquellas madres y familias que transitan
dolor por el fallecimiento de un hijo.
Como invita el Papa Francisco ,
sea cual fuese la etapa o circunstancia que vivimos , ayudémonos a vivir el
llamado de Dios a iluminar , bendecir, vivificar, levantar , sanar y liberar.
¡Gracias querida mamá por darnos a luz tantas veces!
Bendiciones!!!
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