Extracto del mensaje de los obispos de la patagonia para esta navidad:
“No teman, les
traigo una gran alegría para todo el pueblo” (Lc.2,10)
1- Es cierto que vivimos tiempos complicados. Quien mira
con objetividad y responsabilidad este tiempo de la historia no puede dejar de
señalar situaciones muy complejas y preocupantes. Mirando nuestra región
patagónica señalamos tan solo algunas:
- frente a la generosidad de Dios puesta de manifiesto en
las riquezas naturales de estas tierras: ¡cuántos intereses económicos
desmesurados y concentrados en unos pocos hacen que muchos vivan en gran precariedad,
y el futuro de la Patagonia como ”casa de todos” quede com-prometido por ese
maltrato de la tierra, del agua, del aire…!
- frente al anhelo de una economía equitativa y solidaria: ¡cuántas desigualdades e injusticia se instalan como si fueran “normales” por sueldos desmesurados para algunos y “migajas” para muchos, por la multiplicidad de trabajos precarios, por el mal empleo y enajenación corrupta de los bienes públicos!
- frente a la aspiración profunda de una convivencia social pacífica: ¡cuánta violencia alimentada por la falta de igualdad de posibilidades, piénsese en ausencia de oportunidades laborales, de vivienda, de salud…, por silenciarse reclamos justos reiterados, por el drama de la droga que, por intereses económicos y ausencia de compromiso socio-político, se multiplica diariamente!
- frente al anhelo de una economía equitativa y solidaria: ¡cuántas desigualdades e injusticia se instalan como si fueran “normales” por sueldos desmesurados para algunos y “migajas” para muchos, por la multiplicidad de trabajos precarios, por el mal empleo y enajenación corrupta de los bienes públicos!
- frente a la aspiración profunda de una convivencia social pacífica: ¡cuánta violencia alimentada por la falta de igualdad de posibilidades, piénsese en ausencia de oportunidades laborales, de vivienda, de salud…, por silenciarse reclamos justos reiterados, por el drama de la droga que, por intereses económicos y ausencia de compromiso socio-político, se multiplica diariamente!
2 - Frente a todo esto volvemos a escuchar en esta
Navidad: “no teman”, y no dudamos de esta invitación ya que nace del hecho que
el Señor está con nosotros, y que en Él la vida nueva y plena es una realidad
puesta en nuestras manos. Desde las reflexiones de Aparecida reafirma-mos: “Lo
que nos define no son las circunstancias dramáticas de la vida, ni los desafíos
de la sociedad, ni las tareas que debemos emprender, sino ante todo el amor
recibido del Padre gracias a Jesucristo por la unción del Espíritu Santo” (DA
14)
3 - Creer en Dios nos hace ser portadores y estar
comprometidos con valores que a menudo no coinciden con la moda y la opinión
del momento. La Fe nos lleva a adoptar criterios y asumir conductas que no
pertenecen a la manera de pensar de “los grandes y poderosos” de este mundo.
Cada Navidad pone de manifiesto el camino de Dios para llenar nuestra historia de vida plena. Ahí debemos descubrir el camino que como Iglesia debemos recorrer. La Fe nos lleva a ver y comprender con los ojos de Dios esta historia, ver y comprender para recorrer el mismo camino de Dios, camino de donación de sí para los demás, de fraternidad y solidaridad, venciendo el mal con el bien.
Cada Navidad pone de manifiesto el camino de Dios para llenar nuestra historia de vida plena. Ahí debemos descubrir el camino que como Iglesia debemos recorrer. La Fe nos lleva a ver y comprender con los ojos de Dios esta historia, ver y comprender para recorrer el mismo camino de Dios, camino de donación de sí para los demás, de fraternidad y solidaridad, venciendo el mal con el bien.
4- Hacernos cercanos para reconocernos y vivir como
hermanos. La lejanía dificulta ver la verdad más profunda del otro. Él, como
yo, es un hijo, una hija de Dios, con sus dones, sus esperanzas, sus heridas y
sus pecados.
La lejanía nos impide comunicarnos, hace imposible escuchar y hablar con el otro, y eso nos lleva a ignorarnos, a desconocernos, a hacernos una idea del otro muy lejana a su realidad.
La Navidad nos enseña buscar la cercanía, gratuita, sin ventajas personales, sin tratar de imponer nada. Dios se hace hombre, se ofrece gratuitamente, espera y no impone una respuesta a su amor.
La lejanía nos impide comunicarnos, hace imposible escuchar y hablar con el otro, y eso nos lleva a ignorarnos, a desconocernos, a hacernos una idea del otro muy lejana a su realidad.
La Navidad nos enseña buscar la cercanía, gratuita, sin ventajas personales, sin tratar de imponer nada. Dios se hace hombre, se ofrece gratuitamente, espera y no impone una respuesta a su amor.
Así nos lo dice el Papa Francisco en su reciente
Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio”: “Hoy que la Iglesia quiere
vivir una profunda renovación misionera, hay una forma de predicación que nos
compete a todos como tarea cotidiana. Se trata de llevar el Evangelio a las
personas que cada uno trata, tanto a los más cercanos como a los desconocidos.
Es la predicación informal que se puede realizar en medio de una conversación y
también es la que realiza un mi-sionero cuando visita un hogar. Ser discípulo
es tener la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y eso se
produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en el
trabajo, en un camino” (EG 127).
Virginio
D. Bressanelli, scj (Obispo de Neuquén) Marcelo A. Cuenca (Obispo de Alto Valle
del R. N.), Juan José Chaparro, cmf (Obispo de San Carlos de Bariloche) Miguel
Ángel D’Annibale (Obispo de Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Obispo de
Comodoro Rivadavia) Esteban M. Laxague, sdb (Obispo de Viedma) José Slaby,
c.ss.r. (Obispo de la Prelatura de Esquel) Miguel E. Hesayne (Obispo emérito de
Viedma) Marcelo A. Melani, sdb (Obispo emérito de Neuquén) Néstor H. Navarro y
José Pedro Pozzi, sdb (Obispos eméritos de Alto Valle del Río Negro)
Gracias Cristian, siempre viene muy bien.
ResponderEliminarLa Evangelii Gaudium es polenta, nos gusta mucho y de a poco con los jovenes que tenemos por aca la vamos leyendo y releyendo. Ojala que pueda ser una realidad vivida y en cada comunidad.
Un abrazo
Gracias Cristian por acercarnos la carta de los Obispos, acertada para este tiempo.
ResponderEliminarLa Evangelii Gaudium no tiene desperdicio, hay que seguir leyendo y releyendo. Ojala que sea una relidad posible en las comunidades.
Un abrazo
Asi es Horacio , si bien tiene el mote de exhortacion papal y eso hace que suene a algo "denso" , es una hermosa y extensa carta , clara , practica, comprensible e iluminadora ... a mi pobre entender es como un adelanto del espíritu pastoral que cualifica el papado de Francisco. Animos misioneros !!!! Buena experiencia por Chipauquil!
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