COMPARTIENDO
DESDE LA PARROQUIA...
LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS DEL 5 DE
AGOSTO:
Evangelio
según San Juan 6, 24-35
“Les aseguro que ustedes me buscan no porque
vieron signos,
sino porque multiplico los panes.
Trabajen, no solo por el alimento perecedero
sino por el que permanece hasta la vida
eterna”
Jesús
dirigiéndose a la muchedumbre, que estaban atados a él como su propia sombra,
los invitó a que reflexionaran sobre la autentica motivación de ese
seguimiento. Muchas de las personas lo seguían a Jesús porque consumían pan sin
trabajar. No les importaba el valor salvífico de los valores anunciados por
Jesús ni las enseñanzas comunicadas a través de los signos. Solo había en esos
corazones apertura a lo temporal y perecedero y cerrazón obstinada ante los
bienes que perduran y redimen.
Esta
actitud, constituye una pobreza de difícil desarraigo. Ya que la necesidad
material, el hambre en este caso, hunde sus raíces no en una situación de
injusticia social o de alguien que no tiene porque no puede tener. Sino en
gente que contando con los medios para ganarse el pan de cada día elige
mantener su condición de menesteroso para desde la victimización poner al
prójimo en la obligación de darle comida. Quien asume deliberadamente esta
posición estará negado a integrar
herramientas básicas para desenvolverse en la vida con independencia. Ya que
quiere ser pobre porque le conviene ser
pobre.
Esto
vale también para aquellos esquemas políticos, culturales y religiosos que prefieren una población atravesada por
esta pobreza para poder articular sin cuestionamientos discursos demagógicos y
respuestas sociales basadas en el “pan y
circo”, es decir contentar superficialmente sin nunca resolver o atender nada desde lo estructural.
Consumir
sin trabajar es pecado. Trabajar para solo consumir también. Y trabajar para
sobrevivir también. Trabajar para VIVIR es la propuesta de Jesús. En esta
sociedad capitalista que tiene por objetivo conseguir consumidores y que va
componiendo todas las condiciones para hacer de los pocos tiempos libres una
ocasión para la evasión y el consumo, debemos no descuidar el cultivo de una
interioridad rica en reflexión de la realidad y participativa en la elaboración
de caminos que nos rediman de las pobrezas visibles e invisibles.
Bendiciones!!!
P. Cristian Bonin
PQUIA. SAGRADO CORAZÓN DE
JESÚS
CHOELE CHOEL y DARWIN
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