Imagenes: gentileza de Ana María Piacente
Comparto algunas imágenes
de lo celebrado durante la trigésimo sexta
peregrinación al Santuario de la Virgen
Misionera de Rio Negro ubicado en Conesa. Como siempre, un muy lindo clima de
encuentro entre familias y comunidades.
El lema que
acompaño la jornada es “Virgen Misionera renueva el compromiso y la alegría de
ser Pueblo”.
Comparto algunas
expresiones de la exhortación Evangelii Gaudium donde el Papa Francisco desarrolla
pensamientos luminosos acerca de la
conciencia de ser Pueblo , conciencia que cuando es real (no es una conciencia montada
en maquillaje pancartista, marketinero, populista, intelectualista) se traduce
naturalmente en generoso y efectivo compromiso por la justicia social :
Cada cristiano
y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y
promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la
sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del
pobre y socorrerlo. Basta recorrer las Escrituras para descubrir cómo el Padre
bueno quiere
escuchar el
clamor de los pobres: «He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he
escuchado su clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado
para librarlo […] Ahora pues, ve, yo te envío…» (Ex
3,7-8.10),
y se muestra solícito con sus necesidades: «Entonces los israelitas clamaron al
Señor y Él les suscitó un libertador» (Jc 3,15). Hacer oídos
sordos a ese clamor, cuando nosotros somos los instrumentos de Dios para
escuchar al pobre, nos sitúa fuera de la voluntad del Padre. Recordemos también
con cuánta contundencia el Apóstol Santiago retomaba la figura del clamor de
los oprimidos: «El salario de los obreros que segaron vuestros campos, y que no
habéis pagado, está gritando. Y los gritos de los segadores han llegado a los
oídos del Señor de los ejércitos» (5,4).
La solidaridad
es una reacción espontánea de quien reconoce la función social de la propiedad
y el destino universal de los bienes como realidades anteriores a la propiedad
privada. La posesión privada de los bienes se justifica para cuidarlos y
acrecentarlos de manera que sirvan mejor al bien común, por lo cual la
solidaridad debe vivirse como la
decisión de
devolverle al pobre lo que le corresponde. Estas convicciones y hábitos de
solidaridad, cuando se hacen carne, abren camino a otras transformaciones
estructurales y las vuelven posibles. Un cambio en las estructuras sin generar
nuevas convicciones y actitudes dará lugar a que esas mismas estructuras tarde
o temprano se vuelvan corruptas, pesadas e ineficaces. (Evangelii Gaudium
187,189)
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En FM VISION 106.5 acompañando la animacion de la peregrinacion desde la radio ... linda vivencia ... |
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El equipito (falta Ezequiel , el operador) que animamos desde la radio. |
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Junto a las religiosas de la diocesis de Viedma compartimos la renovación de promesas |
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mientras se ora ... en el fondo se ven los "humitos" de quienes quedaron a cargo del almuerzo ... |