“Al
Principio la Palabra ya existía, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era
Dios. La Palabra era la luz verdadera que con su venida al mundo ilumina a todo
hombre. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros; y hemos visto su gloria,
la gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.”
(Juan 1,1-14)
Muchas
gracias a la gente de la comunidad María Auxiliadora de Villa Unión por
convidarnos un edificante momento de Vida y Fe.
En el momento de las ofrendas
varias personas que interpretaban a las distintas generaciones , a los
distintos oficios y a diferentes opciones y realidades de vida fueron uniendo
al pesebre distintos objetos que los simbolizaban ,mientras cantábamos la
canción de Eduardo Meana “Esto que soy , esto te doy”. Les dejamos la letra
para seguir rumeando lo que despierta el sentido de la misma :
A veces te pregunto "¿por
qué yo?"
y solo me respondes "porque quiero",
es un misterio grande que nos llames,
así, tal como somos, a tu encuentro.
Entonces redescubro una verdad:
mi vida, nuestra vida es un tesoro.
Se trata entonces sólo de ofrecerte,
con todo nuestro amor, esto que somos.
¿Qué te daré? ¿Qué te daremos?
¡Si todo, todo, es tu regalo!
Te ofreceré, te ofreceremos
Esto que somos...
Esto que soy, ¡Eso te doy!
Esto que soy, esto es lo que te doy.
Esto que somos, es lo que te damos.
Tú no desprecias nuestra vida humilde,
se trata de poner todo en tus manos.
Aquí van mis trabajos y mi fe,
mis mates, mis bajones y mis sueños,
y todas las personas que me diste
desde mi corazón te las ofrezco.
Ví tanta gente un domingo de sol,
me conmovió el latir de tantas vidas...
Y adiviné tu abrazo gigantesco,
y sé que sus historias recibías.
Por eso tu altar luce vino y pan:
son signo y homenaje de la vida,
misterio de ofrecerte y recibirnos,
humanidad que Cristo diviniza.
y solo me respondes "porque quiero",
es un misterio grande que nos llames,
así, tal como somos, a tu encuentro.
Entonces redescubro una verdad:
mi vida, nuestra vida es un tesoro.
Se trata entonces sólo de ofrecerte,
con todo nuestro amor, esto que somos.
¿Qué te daré? ¿Qué te daremos?
¡Si todo, todo, es tu regalo!
Te ofreceré, te ofreceremos
Esto que somos...
Esto que soy, ¡Eso te doy!
Esto que soy, esto es lo que te doy.
Esto que somos, es lo que te damos.
Tú no desprecias nuestra vida humilde,
se trata de poner todo en tus manos.
Aquí van mis trabajos y mi fe,
mis mates, mis bajones y mis sueños,
y todas las personas que me diste
desde mi corazón te las ofrezco.
Ví tanta gente un domingo de sol,
me conmovió el latir de tantas vidas...
Y adiviné tu abrazo gigantesco,
y sé que sus historias recibías.
Por eso tu altar luce vino y pan:
son signo y homenaje de la vida,
misterio de ofrecerte y recibirnos,
humanidad que Cristo diviniza.
¡¡¡¡¡¡¡Renovados ánimos misioneros
y muchas bendiciones !!!!!!!!!!!
Fotos: Gentileza Delvi Lallana